El Gobierno descarta dar nuevos fondos a las comunidades para contratar más profesorado ante el nuevo curso

El nuevo curso escolar comenzará exactamente de la misma forma que concluyó el anterior presencial, con mascarilla para mayores de seis años y con los pupitres de secundaria separados a una distancia mínima de 1,2 metros. El Gobierno central y las comunidades abordaron este miércoles en la Conferencia Sectorial de Educación el protocolo de seguridad para la inminente reapertura de los colegios, y tal y como se preveía, no se tocará ni una coma del documento acordado en mayo, cuando los índices de vacunación todavía eran muy discretos. Los estudiantes y los profesores regresarán en septiembre a las aulas en las mismas condiciones en las que las abandonaron a finales de junio.

Sin embargo, para volver a aplicar estas mismas medidas, los gobiernos autonómicos no contarán con ninguna ayuda económica extra por parte de las administración central, como sí obtuvieron el pasado curso. La ministra de Educación, Pilar Alegría, rechazó las reclamaciones de los consejeros, que pedían una partida extra para ayudar a sufragar los gastos derivados para controlar la pandemia, como la necesidad de reclutar a más profesorado para cumplir los ratios de alumnos por aula, la adquisición de geles hidroalcohólicos y mascarillas, o, entre otros, la contratación de servicios de limpieza para reforzar la higiene en el interior de los centros.

«Non hai cartos». La delegación enviada por la Xunta a Madrid abandonaba la reunión, que se prolongó más allá de las tres horas, con un evidente malestar. A la cabeza estaba el conselleiro de Cultura, Educación e Universidade, Román Rodríguez, que no ocultó su decepción por la negativa del Gobierno a crear estos «fondos específicos e finalistas que axuden a dar resposta ás necesidades que temos de xeito máis inmediato». Esta reivindicación fue planteada también por buena parte de las comunidades, especialmente por los consejeros de territorios gobernadas bajo un signo distinto al PSOE. Puertas adentro, los socialistas se mostraron más comedidos de lo que expresaban en privado antes de acceder a la sala.

Ante las peticiones de los responsable territoriales, la titular de Educación se remitió a que estos sobrecostes deberán ser cubiertos con los 13.458 millones procedentes de Bruselas, un dinero sin carácter finalista destinado a servicios sociales, sanidad o educación, y que Alegría invitó a destinar de forma «prioritaria» a este último apartado. Según avanzó, el 70 % de estas partidas llegarán en septiembre y el 30 % restante a lo largo del próximo noviembre. Las explicaciones de la ministra no convencieron a los consejeros, que reclaman la creación de un fondo para destinar en exclusiva al refuerzo de la seguridad en las aulas.

[Protocolo de la Xunta para el regreso a las clases]

«Parte dunha solución»

Pese al visible enfado, Román Rodríguez garantizó que Galicia está totalmente preparada para iniciar «o novo curso con todas as medidas necesarias», transmitiendo tranquilidad a los padres de los alumnos, al entender que se parte de una situación «moito mellor» que el anterior año. En buena medida, gracias a la «experiencia acumulada» el pasado curso, en el que, a su juicio, quedó demostrado «que os centros educativos nunca foron un problema», sino que «foron parte dunha solución». «Esa incerteza hoxe é moito menor, pola experiencia, e tamén pola vacinación». Rodríguez destacó el papel desempeñado por alumnos, profesores y el resto de la comunidad educativa, cuya «responsabilidade e exemplaridade no cumprimento das normas permitiu que os centros fosen lugares seguros», invitando a no bajar la guardia.

En donde sí coincidieron Rodríguez y Pilar Alegría fue en este llamamiento a no relajarse con las medidas de prevención frente a los contagios.

Galicia y Madrid piden que las ratios de vacunación se tengan en cuenta en «el semáforo»

Además de más dinero para contribuir a afrontar los sobrecostes, la otra gran pretensión con la que Román Rodríguez acudió a la capital española fue que los niveles de vacunación empezasen a tenerse en cuenta como un parámetro más a la hora de establecer las restricciones sanitarias. La respuesta que obtuvo fue la misma: no; aunque en este caso no fue tan rotundo como el anterior.

A ojos del conselleiro de Cultura, Educación e Universidade, se trata de algo «fundamental» para empezar poco a poco a recuperar la senda de la normalidad en las aulas, especialmente cuando en la semana del 13 al 19 de septiembre los alumnos gallegos de más de 12 años estarán vacunados con la pauta completa. Los contagios de esta quinta ola, en la que buena parte de la sociedad está ya inmunizada, provocan una presión hospitalaria notablemente menor, por lo que debería ser un aspecto a tener en cuenta, tal y como sucede en otros ámbitos más allá del educativo.

La Xunta encontró un aliado en la Comunidad de Madrid. Su consejero de Educación, Universidad y Ciencia, Enrique Osorio, manifestó que estos «semáforos» para evaluar el riesgo sanitario «están totalmente desfasados y no contemplan el efecto de la vacunación».

La ministra Pilar Alegría se limitó a mencionar en rueda de prensa que el protocolo refrendado es solo «la situación de inicio», y que «si la situación epidemiológica va mejorando, iremos flexibilizando medidas, porque así lo determinarán las autoridades sanitarias, pero hoy por hoy la prudencia ha sido clave en el éxito educativo», manifestó, desviando la relajación de las medidas al Ministerio de Sanidad.

Despejes al tejado de Darias

Pese a que no estaba previsto, el departamento dirigido por Carolina Darias envió este miércoles a una representante, aunque con un perfil completamente técnico, y que intervino en el tramo final de una reunión que se prlongó durante tres horas para resolver cuestiones de este tipo. Alegría también despejó al tejado de Sanidad la posibilidad de crear un registro de estudiantes y profesores vacunados, algo que de momento no se contempla.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, llamó hace un par de semanas a abrir el debate de exigir la vacunación del covid-19 a los sanitarios que quieran trabajar. Fue un consejero territorial el que planteó en el debate la posibilidad de exigir la vacunación contra el coronavirus también a los docentes.

Fuente: La Voz de Galicia